El Banco de Inglaterra se está preparando para otorgar exenciones a sus límites propuestos sobre la propiedad de stablecoins, permitiendo a ciertas empresas de activos digitales, incluidos los intercambios de criptomonedas, poseer grandes cantidades de tokens, según personas familiarizadas con el asunto. Este movimiento marca un posible cambio en el enfoque del banco central hacia las monedas digitales, ya que también planea permitir stablecoins regulados como activos de liquidación en su Sandbox de Valores Digitales experimental.
Qué Saber:
- El Banco de Inglaterra eximirá a los intercambios de criptomonedas y otras empresas de los límites propuestos de £10,000 a £20,000 para individuos y £10 millones para empresas, abordando las preocupaciones de la industria sobre la viabilidad operativa.
- El Sandbox de Valores Digitales del banco central inicialmente permitirá a las empresas usar stablecoins regulados vinculados a monedas no esterlinas para liquidación, permitiendo la observación de casos de uso en el mundo real.
- La postura del gobernador Andrew Bailey ha evolucionado de advertir que los stablecoins amenazan la confianza pública en el dinero a reconocer su potencial para impulsar la innovación en los sistemas de pago.
Se Forma una Reversión de Política
Las exenciones abordarían las críticas de grupos de la industria de criptomonedas y compañías de pago que han caracterizado los límites propuestos como inviables y potencialmente perjudiciales para la posición competitiva de Gran Bretaña frente a Estados Unidos y la Unión Europea.
Bloomberg informó el martes que los cambios se detallarán en un documento de consulta que se espera para fin de año.
El banco central planea renunciar a las restricciones para las empresas que requieren grandes cantidades de stablecoins para operar. Los intercambios de criptomonedas, que facilitan el comercio entre monedas digitales y tradicionales, serían los más beneficiados por las exenciones. El Sandbox de Valores Digitales del Banco de Inglaterra, diseñado para probar nuevas tecnologías financieras en un entorno controlado, también incorporará stablecoins como mecanismo de liquidación.
Inicialmente, el sandbox permitirá a las empresas adoptar stablecoins regulados vinculados a monedas distintas de la libra para propósitos de liquidación.
Este enfoque permite a los reguladores observar cómo funcionan estos activos digitales en la práctica mientras desarrollan un marco de política más completo, dijeron fuentes a Bloomberg. La fase experimental podría informar futuras decisiones regulatorias sobre la integración de stablecoins en la infraestructura financiera de Gran Bretaña.
La propuesta original habría impuesto límites de £10,000 a £20,000 en las tenencias individuales de stablecoins sistémicos, con un límite de £10 millones para las empresas. Sasha Mills, directora ejecutiva del Banco de Inglaterra para infraestructura de mercado financiero, defendió los límites como necesarios para "mitigar los riesgos de estabilidad financiera derivados de salidas grandes y rápidas de depósitos del sector bancario" y para gestionar riesgos de sistemas de pago sistémicos recién reconocidos durante su fase de escalamiento.
Las restricciones reflejaron el enfoque del banco central hacia la propuesta de libra digital, que buscaba prevenir la fuga de depósitos de los bancos tradicionales.
Resistencia de la Industria y Preocupaciones Prácticas
Simon Jennings, director ejecutivo del Consejo de Negocios de Criptoactivos del Reino Unido, argumentó que "los límites simplemente no funcionan en la práctica". Explicó que los emisores de stablecoins carecen de visibilidad sobre los titulares de tokens en cualquier momento dado, lo que hace que la aplicación dependa de "un sistema nuevo complejo y costoso, como identificaciones digitales o coordinación constante entre billeteras".
La crítica se extendió más allá de los desafíos operativos.
George Osborne, un ex Canciller que ahora sirve en el consejo asesor de Coinbase, advirtió en agosto que Gran Bretaña corre el riesgo de quedarse "atrás" en la segunda ola de activos digitales si las autoridades no "alcanzan" los desarrollos regulatorios en los centros financieros competidores.
Osborne caracterizó la potencial transformación como comparable a la desregulación financiera Big Bang de Nigel Lawson en la década de 1980.
Sus comentarios se dirigieron tanto a Bailey como al enfoque más amplio del gobierno hacia la regulación de criptomonedas. Osborne sostuvo que esperar para evaluar la revolución digital mientras otros centros financieros implementan marcos comprensivos para plataformas de criptoactivos representa un error estratégico.
Evolución Regulatoria
El Banco de Inglaterra indicó previamente que cualquier límite podría ser medidas "transicionales" mientras el sistema financiero se adapta al crecimiento del dinero digital. Las posibles exenciones sugieren un movimiento lejos del escepticismo anterior del gobernador Bailey sobre los stablecoins y su impacto en la confianza monetaria.
Bailey reconoció recientemente que sería "incorrecto estar en contra de los stablecoins como cuestión de principio."
Indicó su potencial para impulsar la "innovación en los sistemas de pago tanto en casa como a través de las fronteras." El cambio de tono representa una notable evolución respecto a sus advertencias anteriores de que los stablecoins amenazan desestabilizar la confianza pública en el dinero.
El documento de consulta aclarará cómo funcionan las exenciones en la práctica y qué categorías de empresas califican para el alivio de los límites de propiedad. La disposición del banco central para ajustar su propuesta antes de la finalización refleja la complejidad de regular tecnologías financieras emergentes mientras se mantiene la paridad competitiva con otros centros financieros importantes.
Reflexiones Finales
Las exenciones planificadas por el Banco de Inglaterra para sus límites de propiedad de stablecoins señalan un enfoque regulatorio más pragmático que equilibra las preocupaciones de estabilidad financiera con las necesidades operativas de la industria. Las exenciones, junto con la expansión de pruebas en sandbox, indican el intento de Gran Bretaña de seguir siendo competitiva en la regulación de activos digitales mientras aborda preocupaciones legítimas sobre la fuga de depósitos y el riesgo sistémico.