El gestor de activos Bryan Courchesne lanzó una bomba. Sugirió que una futura administración de Trump podría adoptar Bitcoin como un activo de reserva estratégica. Es una idea salvaje, pero ¿es factible?
Courchesne piensa que sí. Señala un hecho sorprendente. El Departamento de Justicia de EE.UU. ya posee 200,000 BTC. Es una reserva masiva. Solo el legendario Satoshi Nakamoto, el padre de Bitcoin, tiene mayores tenencias, y ni siquiera sabemos si todavía está vivo o si alguna vez ha existido.
"El DOJ podría simplemente transferir los Bitcoin al Tesoro," explicó Courchesne. No es ciencia espacial, amigos.
Estas conversaciones no vienen de la nada. Trump recientemente expresó su apoyo a la industria de activos digitales. Su elección de compañero de fórmula, JD Vance, es un conocido poseedor de Bitcoin.
La idea no es tan descabellada como parece. El suministro fijo de Bitcoin de 21 millones lo hace atractivo. Se ve como una cobertura contra las devaluaciones de la moneda y las turbulencias geopolíticas.
El billonario Mark Cuban ha pintado un cuadro vívido. Imagina un mundo donde la inflación generalizada empuje a las personas hacia Bitcoin. En este escenario, Bitcoin se convierte orgánicamente en una moneda de reserva global.
Los datos de países con alta inflación respaldan esto. Argentina, Venezuela y Turquía están viendo cambios hacia las criptomonedas.
Pero no todos lo compran. Ari Paul, fundador de BlockTower Capital, es escéptico. Pone las probabilidades en 10:1 en contra de que Bitcoin se convierta en un activo de reserva estratégica de EE.UU. en los próximos cuatro años.
Paul plantea un punto válido. Incluso si un futuro presidente anuncia que EE.UU. no venderá su Bitcoin, eso no significa que se establecerá una reserva estratégica oficial.