David Bailey, CEO de BTC Inc, compartió recientemente ideas de una discusión privada con el ex presidente Donald Trump, destacando el apoyo significativo de Trump a la comunidad de Bitcoin. Bailey informó que Trump se comprometió a respaldar completamente a la comunidad, con el objetivo de elevar el estado de Bitcoin y superar a naciones rivales en este campo en crecimiento.
La serie de tweets de Bailey causó revuelo, incitando tanto entusiasmo como escepticismo. Mientras que muchos fueron alentados por el supuesto apoyo de Trump, otros cuestionaron la autenticidad de las afirmaciones. El escepticismo fue encapsulado por el comentario de un usuario: "Graba la conversación la próxima vez, porque nadie con quien estoy hablando cree en estos tweets."
Bailey abordó estas dudas, reforzando su adherencia a los estándares éticos al afirmar, "Nunca grabaría una conversación privada con el Presidente y la compartiría públicamente para ganar puntos en internet."
En medio del diálogo provocado por los tweets de Bailey, un usuario expresó su preocupación sobre la Orden Ejecutiva para el Grupo de Trabajo del Presidente sobre Mercados de Activos Digitales, específicamente en relación con la posible inclusión de activos digitales menos valiosos en una reserva nacional. Bailey aclaró el alcance de su conversación con Trump, reconociendo que, aunque discutieron numerosos temas en su breve intercambio de diez minutos, esta cuestión particular no fue planteada.
La participación de Bailey con la campaña de Trump, que comenzó meses antes, tenía como objetivo dar forma a las discusiones políticas en torno a la criptomoneda y la tecnología blockchain. Bailey ha estado colaborando activamente para desarrollar una agenda detallada de políticas sobre bitcoin y criptomonedas, contribuyendo a la iniciativa de Trump de explorar regulatoriamente este sector.
Este compromiso continuo destaca la creciente convergencia de la comunidad de criptomonedas con el discurso político, a medida que estas discusiones se vuelven prominentes en los ámbitos de políticas nacionales y globales. Si bien no todas las preocupaciones de la comunidad pueden haber sido abordadas directamente en el diálogo de Bailey con Trump, esto representa un paso importante hacia la inclusión de figuras clave en la formación de futuras políticas que rigen los activos digitales en los Estados Unidos.