Bitcoin se disparó hasta 94.044 dólares después de que la Reserva Federal recortara los tipos en 25 puntos básicos el 11 de diciembre, para luego desplomarse más de un 5 por ciento en cuestión de horas. Los datos mostraron que los minoristas entraron en masa mientras las ballenas descargaban aproximadamente 100 millones de dólares en tokens, convirtiendo lo que parecía ser una configuración alcista en una trampa de liquidez de manual.
Qué pasó: el recorte de la Fed desencadena la salida de las ballenas
El Comité Federal de Mercado Abierto llevó a cabo su tercer recorte consecutivo de un cuarto de punto para cerrar 2025, un movimiento que los mercados ya habían descontado desde hacía semanas. Unos menores costes de endeudamiento suelen favorecer a los activos de mayor riesgo, pero los datos on-chain señalaron una presión de venta inusual justo cuando se anunció la decisión.
@DeFiTracer detectó una ballena liquidando aproximadamente 100 millones de dólares en Bitcoin en la hora posterior a la decisión. XRP tocó brevemente los 2,10 dólares y Solana alcanzó los 142 dólares, pero ninguno de los dos conservó sus ganancias.
Los datos de Santiment mostraron que la relación entre comentarios positivos y negativos sobre Bitcoin alcanzó su pico antes de que hablara Jerome Powell, lo que sugiere que los operadores ya habían descontado el optimismo.
Cuando el repunte se materializó, la multitud reaccionó «bastante modestamente» a pesar del movimiento hacia los 94.000 dólares, según el informe.
Ethereum registró «mucho FOMO tras un mini repunte inmediatamente después de que hablara Powell», con muchos operadores comprando la ruptura solo para resultar perjudicados cuando los precios se dieron la vuelta, según Santiment.
La firma lo describió como un patrón de «comprar el rumor y vender la noticia», con los minoristas persiguiendo el pico mientras los grandes tenedores liquidaban aprovechando la fortaleza.
La Fed también anunció que reanudaría la compra de letras del Tesoro a corto plazo para mantener las reservas bancarias «abundantes», revirtiendo el rumbo después de que las reservas cayeran «demasiado». Ese cambio, de la reducción del balance a nuevas inyecciones de liquidez, marcó un giro acomodaticio, aunque el banco central mantuvo que sigue siendo dependiente de los datos.
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Por qué importa: el dinero inteligente apuesta por una reacción tardía
Las carteras que tienen entre 10 y 10.000 Bitcoin han acumulado 42.565 tokens desde el 30 de noviembre, señaló Santiment, una señal de que los jugadores más grandes esperan que las criptomonedas se pongan al día tras ir por detrás de los activos tradicionales. En lo que va de año, Bitcoin cae un 3,6 por ciento frente a una ganancia del 17,6 por ciento del S&P 500 y un avance del 61,1 por ciento del oro.
«Una regresión hacia la media para BTC estaría justificada», escribió la firma, argumentando que las criptomonedas históricamente reaccionan más tarde que la renta variable o las materias primas cuando cambian las condiciones macro.
La combinación de tres recortes de tipos y nuevas medidas de liquidez refuerza el argumento de un repunte retrasado, según el análisis.
Lo que sigue faltando es «un volcado notable por parte del minorista, que sería indicativo de la receta perfecta para un gran mercado alcista», dijo Santiment. La firma espera que los pequeños operadores «sigan tirando de los vapores de estas noticias positivas sobre los recortes de tipos, durante al menos un par de días».
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