El ecosistema de Bitcoin ha alcanzado nuevas alturas a medida que la dificultad de minería ha escalado a un nivel sin precedentes de 110.45 billones. Este ajuste quincenal asegura que los bloques se minen cada diez minutos, un logro que ahora ha visto su octavo aumento positivo consecutivo.
Este persistente aumento intensifica aún más el entorno competitivo para los mineros, obligando a varios, como MARA Holdings (MARA), a diversificarse en los sectores de computación de alto rendimiento (HPC) e inteligencia artificial (IA) para la sostenibilidad. MARA es un ejemplo que refleja este cambio.
Han incursionado en bonos convertibles para acumular más bitcoin, junto con el préstamo de sus tenencias para obtener rendimientos modestos.
Al examinar las tendencias históricas, esta sucesión de ajustes positivos no carece de precedentes. Un evento similar ocurrió en 2021, después de la prohibición minera en China, causando que la tasa de hash cayera alrededor de un 50%.
Desde julio hasta noviembre de ese año, ocurrieron nueve ajustes positivos sucesivos, correlacionados con bitcoin alcanzando un pico de aproximadamente $69,000. El año siguiente, 2022, vio a bitcoin entrar en un prolongado mercado bajista.
En contraste, en 2018, una serie extendida de ajustes positivos comenzó a finales de 2017, con bitcoin valorado alrededor de $20,000. Un pequeño ajuste negativo en julio siguió mientras el precio rondaba los $6,000.
Otra fase de ajustes positivos precedió a múltiples caídas a finales de 2018, marcando el mínimo del ciclo en alrededor de $3,000. A pesar de estos patrones, ninguna tendencia definitiva predice los picos o valles del mercado con ajustes positivos consecutivos. No obstante, la resiliencia de la tasa de hash, que promedia 775 EH/s durante siete días, indica una robusta salud de la red.