Kraken Exchange eliminará Monero (XMR) en el Área Económica Europea. El movimiento se produce antes de finales de octubre a medida que aumenta la presión regulatoria y las monedas de privacidad enfrentan desafíos crecientes.
El precio de XMR cayó por debajo de $150 con la noticia: bajó más del 10% tras el anuncio de Kraken. Ahora, la moneda se cotiza alrededor de $144.50. Los niveles de soporte clave se encuentran en $150 y $155.
Los niveles más bajos cerca de $135 pueden ser probados con algunos indicadores técnicos que sugieren una posible recuperación. Mientras que el MACD muestra una leve tendencia bajista, el RSI indica espacio para un movimiento hacia arriba. El sentimiento general del mercado sigue siendo cauteloso debido al aumento de la presión de venta. La capitalización de mercado de Monero es de $2.58 mil millones.
La eliminación refleja preocupaciones regulatorias más amplias. Las autoridades se preocupan por el posible uso ilícito de las monedas de privacidad, por lo que las bolsas enfrentan presión para reevaluar el apoyo a dichos activos. Las características de privacidad de Monero incluyen direcciones ocultas y firmas en anillo. Estas características atraen a los usuarios que valoran el anonimato de las transacciones, pero los reguladores temen el posible mal uso de estas mismas características.
La moneda enfrenta ahora un dilema: debe equilibrar los compromisos de privacidad con las necesidades de cumplimiento. A medida que las principales bolsas retiran el apoyo, el camino a seguir para Monero no está claro.
Los observadores del mercado ofrecen diferentes pronósticos de precios. Algunos ven una posible recuperación para mediados de 2026, suponiendo que se superen los obstáculos regulatorios. La adopción necesitaría continuar en aumento.
Otros se mantienen escépticos. Creen que XMR puede enfrentar dificultades sin cambios significativos, la claridad regulatoria o cambios en el sentimiento del mercado podrían resultar cruciales.
El futuro de Monero está en la balanza. Los próximos meses pueden determinar su viabilidad a largo plazo en un paisaje criptográfico cada vez más regulado.