Los grupos de la industria de criptomonedas están presionando al Banco de Inglaterra para que abandone los límites propuestos sobre la propiedad de stablecoins, argumentando que las restricciones harían a Gran Bretaña menos competitiva que Estados Unidos y la Unión Europea en regulación de activos digitales.
Qué Saber:
- El Banco de Inglaterra propone límites de £10,000-£20,000 para individuos y £10 millones para empresas en stablecoins sistémicas.
- Ejecutivos de la industria argumentan que la aplicación sería casi imposible y que ninguna otra jurisdicción importante ha impuesto tales límites.
- EEUU y la UE han implementado marcos para stablecoins sin límites de propiedad, enfocándose en reservas y supervisión.
Oposición de la Industria Crece Contra el Marco Restrictivo
El Financial Times informó el lunes que los funcionarios del banco central planean imponer límites de propiedad que van de £10,000 a £20,000 ($13,600–$27,200) para titulares individuales. Las entidades empresariales enfrentarían un tope de aproximadamente £10 millones ($13.6 millones) en tenencias de stablecoins sistémicas.
El Banco de Inglaterra define las stablecoins sistémicas como tokens ya ampliamente utilizados para pagos en Gran Bretaña o que se espera adopten tal uso. Los funcionarios justifican estas restricciones como salvaguardias necesarias contra retiros súbitos de depósitos de los bancos tradicionales que podrían socavar la provisión de crédito y la estabilidad financiera en general.
Sasha Mills, directora ejecutiva de infraestructura de mercados financieros del banco central, defendió el enfoque citando los riesgos de retiros rápidos de depósitos y la potencial expansión de nuevos sistemas de pago sistémicos. El marco regulador busca prevenir escenarios donde la adopción a gran escala de stablecoins pueda drenar depósitos bancarios.
Sin embargo, figuras importantes de la industria descartaron la propuesta como fundamentalmente defectuosa.
Tom Duff Gordon, vicepresidente de política internacional de Coinbase, caracterizó los límites como dañinos para los ahorradores británicos y el sector financiero de la City de Londres. Enfatizó que "imponer límites en las stablecoins es malo para los ahorradores del Reino Unido, malo para la City y malo para la libra esterlina."
Simon Jennings del Consejo de Negocios de Criptoactivos del Reino Unido cuestionó la impracticabilidad de implementar tales límites. Sugirió que la aplicación sería casi imposible sin establecer nuevos sistemas de infraestructura, incluidos mecanismos de verificación de identidad digital completos.
Enfoques Regulatorios Globales Difieren Significativamente
Riccardo Tordera-Ricchi de la Asociaciación de Pagos argumentó que los límites "no tienen sentido" dado que no existen restricciones comparables sobre posesiones de efectivo tradicionales o saldos de cuentas bancarias. Esta crítica resalta una inconsistencia fundamental en el tratamiento regulatorio propuesto de instrumentos monetarios digitales versus tradicionales.
Estados Unidos promulgó la ley GENIUS en julio, estableciendo un marco federal para las stablecoins de pago sin imponer límites de propiedad. La legislación establece requisitos de licencias, estándares de reservas y protocolos de redención para emisores mientras permite tenencias ilimitadas individuales.
La Unión Europea implementó su Regulación de Mercados en Criptoactivos (MiCA) con disposiciones específicas de stablecoins que entran en vigor el 30 de junio de 2024. Las normas para activos cripto más amplias y proveedores de servicios se volvieron operativas el 30 de diciembre de 2024. Al igual que el enfoque estadounidense, MiCA enfatiza reservas, estructuras de gobernanza y supervisión por reguladores nacionales en lugar de restringir los montos de los poseedores.
Estos marcos internacionales sugieren que los límites de propiedad propuestos por Gran Bretaña representan un enfoque atípico. Tanto los EE.UU. como la UE han priorizado la regulación del emisor y los requisitos de reservas sobre limitaciones directas en las tenencias de consumidores y empresas.
Comprender las Stablecoins y Preocupaciones Regulatorias
Las stablecoins son criptomonedas diseñadas para mantener un valor estable en relación con activos de referencia, generalmente monedas emitidas por el gobierno como el dólar estadounidense o la libra esterlina. A diferencia de las criptomonedas volátiles como Bitcoin o Ethereum, las stablecoins buscan proporcionar estabilidad de precios para pagos y transferencias.
Las autoridades regulatorias mundiales han expresado preocupaciones sobre el posible impacto de las stablecoins en los sistemas bancarios tradicionales. La preocupación se centra en escenarios donde la adopción generalizada de stablecoins podría llevar a una salida significativa de depósitos de los bancos comerciales, potencialmente restringiendo su capacidad para proporcionar crédito a la economía en general.
Los bancos centrales también temen que redes de stablecoins a gran escala puedan convertirse en infraestructuras de pago sistémicamente importantes que operen fuera de la supervisión regulatoria convencional. Esta preocupación ha impulsado varios enfoques nacionales para la regulación de stablecoins, aunque la mayoría se han enfocado en requisitos para emisores antes que en restricciones para usuarios. Los límites propuestos por el Banco de Inglaterra representan un intento de limitar el riesgo sistémico restringiendo la escala de las tenencias de stablecoins por individuos y empresas. Sin embargo, los críticos argumentan que este enfoque aborda los síntomas, más que los problemas estructurales subyacentes en la regulación de stablecoins.
Reflexiones Finales
Los límites propuestos sobre la propiedad de stablecoins del Banco de Inglaterra enfrentan una creciente oposición de la industria y comparaciones desfavorables con enfoques regulatorios internacionales. Si bien los funcionarios citan preocupaciones por la estabilidad financiera, los grupos de la industria cuestionan tanto la viabilidad práctica como las implicaciones competitivas de tales restricciones para el sector de activos digitales de Gran Bretaña.