Un monedero de Bitcoin perteneciente a un minero, inactivo desde marzo de 2010, transfirió 50 monedas por un valor aproximado de 4,33 millones de dólares a comienzos de diciembre, marcando uno de los movimientos más antiguos de la criptomoneda en 2025. La activación coincidió con la caída del precio de Bitcoin por debajo de los 90.000 dólares y se produjo durante lo que los analistas describen como el entorno operativo más difícil que los mineros han enfrentado desde la creación de la red.
Qué ocurrió: movimiento de un monedero de la era Satoshi
El rastreador on-chain Lookonchain informó el 2 de diciembre que un monedero de un minero inactivo durante 15,7 años movió 50 BTC a una dirección externa. El monedero obtuvo originalmente las monedas mediante minería el 18 de marzo de 2010, un periodo en el que Satoshi Nakamoto aún estaba activo en la comunidad de Bitcoin.
OnchainLens confirmó la transferencia y clasificó el monedero como perteneciente a la era Satoshi, sugiriendo que estas monedas pueden estar entre las más antiguas en moverse este año.
La transferencia se produjo mientras los mineros enfrentan una presión financiera creciente.
Datos de CryptoQuant muestran que las reservas de los mineros de Bitcoin han disminuido de forma constante, cayendo de más de 1,83 millones de BTC a principios de 2024 a niveles actuales que sugieren que aproximadamente 300.000 BTC se han vendido en los últimos dos años. La dificultad de la red alcanzó un máximo histórico de 149,30 T, lo que exige a los mineros realizar en promedio unos 149,30 billones de hashes SHA-256 para descubrir un bloque válido.
La rentabilidad de la minería se ha deteriorado drásticamente.
Según un informe de The Miner Mag, los ingresos por hashrate cayeron de aproximadamente 55 dólares por petahash por segundo en el tercer trimestre de 2025 a 35 dólares por PH/s en noviembre. La publicación afirmó que la minería de Bitcoin ha entrado en «lo que es, en efecto, el entorno de márgenes más duro de todos los tiempos».
Los niveles actuales de ingresos se sitúan por debajo del coste promedio de las grandes compañías mineras, que se ubica en 44 dólares por PH/s. Incluso con equipos de minería de nueva generación, los periodos de recuperación ya superan los 1.000 días, muy por encima de la cuenta regresiva de unos 850 días para el próximo halving.
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Por qué importa: punto de presión económica
La activación de un monedero de 15 años de antigüedad pone de relieve la tensión financiera que enfrentan los mineros en toda la red. El analista Ted señaló que el precio actual de Bitcoin es solo un 19 % superior al coste de la electricidad necesaria para minar una moneda. Si el precio cae por debajo del coste eléctrico promedio de minar un BTC —estimado en 71.087 dólares—, los mineros podrían verse obligados a cerrar operaciones o vender sus tenencias para cubrir gastos.
Sin embargo, el análisis de Ted también sugirió una posible zona de soporte para Bitcoin.
Los datos históricos indican que el precio de la criptomoneda ha tendido a mantenerse por encima del nivel de coste eléctrico o a rebotar desde él, un patrón que se mantiene desde 2016. El movimiento de monedas antiguas durante este periodo puede señalar que mineros tempranos están liquidando tenencias para aprovechar los precios actuales, aunque las motivaciones exactas siguen sin estar claras.
La presión vendedora por parte de los mineros refleja realidades operativas que van más allá de las fluctuaciones de precio a corto plazo. Con la dificultad en niveles récord y los ingresos por debajo de los costes de producción, la industria enfrenta una cuestión de sostenibilidad que podría remodelar el panorama de la minería de cara al próximo halving.
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