Tres naciones - Estados Unidos, Corea del Sur y Japón se han unido para emitir una declaración conjunta contra los crímenes de criptomonedas patrocinados por el Estado de Corea del Norte como parte de su programa cibernético, en un momento en que los fondos de criptomonedas robados aumentaron un 15% en 2024. La declaración conjunta llamó a la República Popular Democrática de Corea una amenaza para el sistema financiero global. La advertencia confirma las tendencias recientes que sugieren que los hackers norcoreanos están apuntando al espacio de DeFi de criptomonedas con un enfoque más sofisticado.
Esto marca un aumento alarmante en tanto la frecuencia como la escala de sus operaciones de robo.
Vulnerabilidades de la Industria Cripto Expuestas por los Robos
Las brechas más significativas orquestadas por grupos afiliados a DPRK, incluido el notorio Grupo Lazarus, han incluido un robo asombroso de $308 millones de DMM Bitcoin y un ataque de $235 millones a WazirX. Estos ataques representan una escalada significativa en la escala de las operaciones cibernéticas norcoreanas. Según la declaración conjunta, "El programa cibernético de DPRK amenaza a nuestros tres países y a la comunidad internacional en general y, en particular, representa una amenaza significativa para la integridad y estabilidad del sistema financiero internacional."
¿Hackers Cambiando Tácticas? ¿Volviéndose Más Sofisticados?
El análisis reciente de Chainalysis ha revelado una evolución preocupante en los patrones de ataque, con robos que generan entre $50 millones y $100 millones, que se están volviendo cada vez más comunes en 2024 en comparación con 2023. Esto marca un cambio significativo respecto a años anteriores cuando la mayoría de los ataques resultaban en ganancias por debajo de $50 millones. La sofisticación tecnológica de los hackers ha crecido considerablemente, con su arsenal que ahora incluye ataques avanzados de ingeniería social que implementan malware como TraderTraitor y AppleJeus.
Quizás lo más preocupante es que el 43.8% de los activos robados fueron obtenidos a través de claves privadas comprometidas, lo que destaca vulnerabilidades significativas en los protocolos de seguridad actuales.
¿Cómo puede la colaboración transfronteriza contrarrestar las amenazas?
Estados Unidos, Japón y Corea del Sur han enfatizado que "una colaboración más profunda entre los sectores público y privado de los tres países es esencial para interrumpir proactivamente las operaciones de ciberdelito de estos actores maliciosos." Esta cooperación ha llevado al establecimiento de varias iniciativas innovadoras, incluido el Illicit Virtual Asset Notification (IVAN) y el Cryptoasset and Blockchain Information Sharing and Analysis Center (Crypto-ISAC). Estas plataformas facilitan el intercambio de información en tiempo real y la respuesta coordinada a incidentes a través de las fronteras.
¿Cómo está respondiendo la industria a esto?
La respuesta a estas amenazas ha impulsado acciones significativas por parte de cuerpos regulatorios y actores de la industria. La Agencia de Servicios Financieros de Japón, en colaboración con la Asociación de Intercambio de Activos Virtuales y Cripto de Japón (JVCEA), ha implementado inspecciones autoimpuestas obligatorias para las empresas de criptomonedas. La industria también está presenciando una consolidación estratégica en el sector de seguridad, como lo demuestra la reciente adquisición de la empresa de seguridad web3 Hexagate por parte de Chainalysis, una de las principales firmas de detección de amenazas cripto cuya tecnología ya está siendo utilizada por grandes plataformas como Consensus y Coinbase.
¿Mejores tácticas de recuperación y regulaciones necesarias?
Sin embargo, la creciente sofisticación de los hackers norcoreanos en el desarrollo de nuevas estrategias y el lavado de criptomonedas robadas plantea desafíos significativos para los marcos regulatorios existentes. Los hackers han demostrado una notable adaptabilidad, rompiendo patrones tradicionales al lavar sus ganancias a través de intercambios descentralizados y emplear servicios de mezcla cada vez más complejos para transferir activos robados. Estas técnicas en evolución hacen que sea cada vez más difícil para las autoridades rastrear y recuperar fondos robados, planteando serias preguntas sobre la adecuación de las medidas internacionales actuales de ciberseguridad.
La declaración trilateral destaca un creciente reconocimiento de que la amenaza planteada por las operaciones cibernéticas norcoreanas va más allá de las pérdidas financieras inmediatas para plantear un desafío fundamental a la estabilidad y seguridad del ecosistema global de criptomonedas. A medida que estos ataques continúan evolucionando y creciendo en sofisticación, la necesidad de una cooperación internacional mejorada y medidas de seguridad más robustas se vuelve cada vez más urgente. El éxito de los futuros esfuerzos para contrarrestar estas amenazas probablemente dependerá de la capacidad de los gobiernos y las entidades del sector privado para adaptarse y responder a este panorama de amenazas en rápida evolución.