La administración Trump está explorando activamente planes para adquirir Bitcoin para una reserva estratégica nacional, con financiación potencialmente procedente de aranceles y una revalorización largamente esperada de los certificados de oro del Tesoro de EE. UU.
La propuesta apunta a fortalecer la posición de América en la carrera mundial de activos digitales, sin aumentar impuestos ni la deuda nacional.
Bo Hines, Director Ejecutivo del Consejo Presidencial de Asesores para Activos Digitales, confirmó la iniciativa durante una entrevista el 14 de abril con el inversionista cripto Anthony Pompliano. “Todo está sobre la mesa”, dijo Hines. “Estamos buscando muchas formas creativas, ya sea de aranceles o de otra cosa.” Subrayó que la intención de la administración es acumular una reserva significativa de Bitcoin de maneras que sean neutrales en cuanto al presupuesto.
Una de las estrategias más inusuales bajo discusión implica revalorizar los certificados de oro de EE. UU., que actualmente están registrados en el balance del Tesoro a un precio fijo de $42.22 por onza, un nivel inalterado desde 1973. Con el precio de mercado del oro superando los $3,200 por onza, una revalorización podría desbloquear cientos de miles de millones en excedente contable, potencialmente permitiendo a EE. UU. financiar adquisiciones de Bitcoin sin liquidar sus reservas de oro.
El interés de la administración en activos digitales se alinea estrechamente con la propuesta de la Ley BITCOIN de 2025, defendida por la Senadora Cynthia Lummis. El proyecto de ley sugiere que el gobierno federal adquiera hasta 1 millón de BTC en cinco años, obteniendo algunos de ellos de activos cripto ya mantenidos o incautados. Este marco legislativo formalizaría el papel del Bitcoin como un activo de reserva estratégica similar al oro.
El apoyo a esta iniciativa es profundo dentro del círculo asesor económico de Trump. El Secretario de Comercio Howard Lutnick y el Secretario del Tesoro Scott Bessent están entre los altos funcionarios que supuestamente respaldan el esfuerzo. Según Hines, la administración ve al Bitcoin no como un activo especulativo sino como una reserva soberana a largo plazo, afirmando: “Obviamente hemos dejado muy claro que queremos adquirir todo lo que podamos... de maneras que no le cuesten un centavo al contribuyente.”
Un giro estratégico en la política cripto de EE. UU.
Este posible cambio representa un punto de inflexión importante en la estrategia de activos digitales de EE. UU. Históricamente, el gobierno federal se ha involucrado principalmente con criptomonedas a través de acciones de cumplimiento y regulación. Sin embargo, el último movimiento de la administración Trump señala una intención de posicionar a EE. UU. como líder global en adopción soberana de cripto, reflejando esfuerzos vistos en países como El Salvador y los Emiratos Árabes Unidos.
Junto con la estrategia de adquisición de Bitcoin, la Casa Blanca también está redactando una estrategia nacional integral de activos digitales, que se espera sea revelada este verano. Según se informa, abordará áreas clave como la claridad regulatoria para el staking, marcos de tokenización y la competitividad internacional de las stablecoins en dólares estadounidenses. Se espera que la política también promueva la innovación mientras refuerza la seguridad nacional alrededor de la infraestructura de finanzas digitales.
Reacción del mercado y perspectiva técnica
Los mercados han respondido a la noticia con cautela optimista. Bitcoin, que había caído a alrededor de $75,000 en medio de preocupaciones más amplias sobre el regreso de los aranceles de la era Trump, se ha recuperado. Al momento de la publicación, BTC se cotiza aproximadamente a $85,505.
Los indicadores técnicos muestran que la criptomoneda ha recuperado su promedio móvil de 50 días, sugiriendo un impulso alcista a corto plazo. Sin embargo, los operadores están observando de cerca ya que BTC se aproxima a niveles de resistencia clave cerca de $88,000.
El panorama general: acumulación soberana de Bitcoin
Si EE. UU. sigue adelante, se uniría a una lista pequeña pero creciente de naciones que integran Bitcoin en sus estrategias financieras soberanas. Los analistas sugieren que tal movimiento por parte de la mayor economía del mundo podría legitimar aún más a Bitcoin como un almacén de valor no soberano y potencialmente provocar una ola de acumulación soberana de BTC en todo el mundo.
El resultado de este experimento de política - combinando fuentes de financiación alternativas como los ingresos por aranceles y la revalorización del oro con reservas cripto nacionales - podría sentar un precedente de cómo las instituciones heredadas se adentran en la era de las finanzas descentralizadas.