Al abordar los desafíos de escalabilidad de Ethereum, los rollups han surgido como la solución popular. Sin embargo, a medida que el ecosistema de Ethereum evoluciona, las limitaciones de los rollups—es decir, la fragmentación del estado y la liquidez y la experiencia de usuario fragmentada que generan—presentan obstáculos significativos. Según Adrian Brink, cofundador de Anoma, para aprovechar verdaderamente el potencial de Ethereum, es imperativo innovar más allá de los rollups con nuevas arquitecturas de blockchain que aborden estos problemas centrales.
Los rollups, a menudo solo versiones modificadas de la Máquina Virtual de Ethereum (EVM), tienen como objetivo principal reducir los costos de transacción al trasladar las computaciones fuera de la cadena principal, pero no logran abordar problemas críticos de escalabilidad, especialmente en términos de gestión estatal e innovación, afirma Brink, obviamente sin temor de expresar opiniones controvertidas.
Las máquinas virtuales alternativas (altVMs) ofrecen diferentes lenguajes de programación pero carecen de las capacidades transformadoras necesarias, dice Brink. Actualmente, los rollups facilitan principalmente la agricultura de puntos en lugar de impulsar un progreso significativo en el espacio.
Esta dependencia de los rollups perpetúa un paisaje fragmentado, obstaculizando la experiencia del usuario, la participación de desarrolladores y la adopción generalizada. Para una verdadera innovación, debemos repensar los enfoques de desarrollo de aplicaciones, enfatizando mejores mecanismos de gestión de estado y datos para lograr una escalabilidad genuina.
Los rollups no son sinónimos de escalabilidad; se describen más precisamente como tácticas de fragmentación de ejecución. Si bien la escalabilidad computacional plantea un problema manejable, abordar las complejidades de distribución de estado y datos sigue siendo un desafío. Según Brink, los rollups continúan dependiendo en gran medida de Ethereum para la seguridad y disponibilidad de datos, mejorando las transacciones pero sin incrementar fundamentalmente la capacidad base de la red.
Incluso los rollups de conocimiento cero (ZK), con su considerable avance criptográfico, no eliminan el paisaje fragmentado de EVM, lleno de intercambios descentralizados (DEXs). Por lo tanto, los rollups no logran resolver los cuellos de botella críticos del almacenamiento de datos y la gestión del estado en la escalabilidad de blockchain. Es tarea encontrar soluciones para escalar eficientemente tanto los datos como el estado.
Las arquitecturas Plasma surgen como un camino prometedor hacia una verdadera escalabilidad, ofreciendo independencia de una infraestructura singular de disponibilidad de datos. Permiten que extensas tareas de datos y computación permanezcan fuera de la cadena, como en dispositivos de usuarios. A diferencia de los rollups tradicionales, Plasma permite la publicación constante de datos en la cadena principal, independientemente de la actividad del usuario.
La innovación debe extenderse más allá de la escalabilidad. Nuevos paradigmas en arquitecturas de blockchain y desarrollo de aplicaciones son esenciales. Las arquitecturas centradas en intenciones proporcionan esa chispa de innovación. Las intenciones simplifican la interacción del usuario con aplicaciones descentralizadas, enfocándose puramente en los objetivos del usuario en lugar de las complejidades procedimentales.
Construir aplicaciones descentralizadas (DApps) en plataformas centradas en intenciones permite a los desarrolladores aprovechar de manera eficiente el estado y la liquidez del ecosistema de Ethereum. Pueden aprovechar tanto la cadena principal de Ethereum como sus soluciones de capa 2 como capas de liquidación. Las intenciones pueden sincronizar los rollups de Ethereum, desfragmentando el estado a través de cadenas y permitiendo a los desarrolladores ver el entorno de múltiples cadenas como una plataforma unificada. Para mejorar la utilidad del usuario, el espacio de blockchain debe trascender sus actuales limitaciones de infraestructura. Aunque los rollups son críticos en el viaje de Ethereum, la integración de intenciones puede provocar una nueva ola de innovación, cuestionando si la tecnología aborda problemas genuinos o simplemente replica las complejidades de los sistemas existentes.
La convergencia de innovaciones centradas en intenciones y el potencial de escalabilidad de Plasma podría iniciar una nueva era de innovación para desarrolladores y usuarios, alineando blockchain más estrechamente con los estándares de usabilidad de Web2. Esta evolución no solo beneficia a los rollups, sino que también fortalece todo el paisaje de blockchain.
Los rollups, aunque importantes, han complicado la experiencia de Web3, sostiene Brink. Para desbloquear completamente el potencial de blockchain, debemos abrazar la audacia en nuestras innovaciones y priorizar abordar los desafíos fundamentales. Esta estrategia ayudará a lograr la visión última de la tecnología blockchain: mejorar la soberanía y la resiliencia de los sistemas cruciales en nuestra vida diaria.