La última encuesta de Morgan Stanley entre sus pasantes de verano revela un escepticismo persistente hacia las criptomonedas entre los futuros profesionales de las finanzas, incluso cuando Bitcoin alcanzó el nivel histórico de $100,000. El banco de inversión encuestó a más de 500 pasantes de América del Norte del 10 al 27 de junio y a 147 pasantes europeos del 26 de junio al 7 de julio, encontrando que solo el 18% posee o usa actualmente activos digitales.
Qué saber:
- Solo el 18% de los pasantes de Morgan Stanley poseen criptomonedas, frente al 13% del año pasado, mientras que el 55% sigue sin interés en los activos digitales
- Casi todos los pasantes (96% en EE.UU., 91% en Europa) utilizan herramientas de inteligencia artificial regularmente, viéndolas como ahorradoras de tiempo y efectivas
- Más del 60% de los pasantes desean robots humanoides domésticos, con Morgan Stanley proyectando que el mercado podría superar los $5 billones para 2050
Activos digitales luchan por relevancia
Los datos de la encuesta destacan una brecha generacional en la adopción de tecnología financiera. El interés por los activos digitales entre los pasantes aumentó modestamente del 23% al 26%, sin embargo, una clara mayoría del 55% expresó no tener interés alguno. Esta cifra representa una disminución desde el 63% del año anterior, lo que sugiere un calentamiento paulatino en lugar de un abrazo entusiasta.
La respuesta tibia resulta particularmente llamativa dado el reconocimiento institucional del Bitcoin a través de fondos cotizados en el mercado. Los fondos ETF de Bitcoin han acumulado $53.7 mil millones en activos desde su lanzamiento en enero de 2024, según datos de Farside Investors. Los fondos ETF de Ether han atraído $12.4 mil millones en entradas.
Las tesorerías corporativas cada vez más contienen ambos activos en sus balances. Bitcoin cruzó el umbral de $100,000 este año mientras se establece en carteras institucionales. Ethereum alcanzó un máximo histórico superando los $4,800 el viernes.
La desconexión entre el rendimiento del mercado y el sentimiento de los pasantes refleja preguntas más amplias sobre la trayectoria de adopción a largo plazo de las criptomonedas. A pesar de la inversión institucional significativa y el progreso regulatorio, la tecnología aún no ha capturado un entusiasmo generalizado entre los emergentes profesionales de las finanzas.
La inteligencia artificial domina las preferencias tecnológicas
La encuesta reveló una abrumadora adopción de herramientas de inteligencia artificial entre los futuros trabajadores de Wall Street. Casi todos los pasantes en EE.UU. (96%) y sus contrapartes europeas (91%) informaron utilizar la tecnología de IA al menos ocasionalmente en su trabajo diario.
Los encuestados expresaron un sentimiento positivo fuerte acerca de las capacidades de la IA. Emergió un acuerdo casi universal de que estas herramientas “ahorran tiempo” y son “fáciles de usar” en entornos profesionales.
Sin embargo, el 88% mantuvo una perspectiva matizada, reconociendo que los sistemas actuales de IA “necesitan mejorar en precisión.”
Esta aceptación generalizada se alinea con las tendencias más amplias de Wall Street. Las llamadas compañías tecnológicas "Magnificent Seven" están proyectadas para gastar $650 mil millones en gastos de capital y desarrollo de investigación este año. Las firmas financieras integran cada vez más la IA en algoritmos de comercio, sistemas de gestión de riesgos y operaciones de servicio al cliente.
El entusiasmo por la IA contrasta notablemente con el escepticismo hacia las criptomonedas entre el mismo demográfico. Mientras los activos digitales luchan por aceptar el uso masivo, la inteligencia artificial ha logrado una adopción casi universal entre estos futuros líderes financieros.
La robótica humanoide capta la imaginación a pesar de las preocupaciones sociales
La encuesta descubrió un interés significativo en la robótica humanoide entre los pasantes, aunque atemperado por inquietudes sobre el impacto social. Más del 60% de los encuestados en EE.UU. y el 69% de los europeos expresaron interés en poseer robots humanoides domésticos.
Ambos grupos regionales creen que estas máquinas sofisticadas desarrollarán “casos de uso viables” y eventualmente reemplazarán muchos trabajos humanos. Sin embargo, el optimismo sobre los beneficios sociales generales sigue siendo limitado, con solo el 36% de los pasantes estadounidenses y el 24% de los europeos acordando que los humanoides tendrán un impacto positivo en la sociedad.
Morgan Stanley proyecta que el mercado de humanoides podría superar los $5 billones para 2050, incluyendo ventas más cadenas de suministro para reparación, mantenimiento y servicios de apoyo.
El banco de inversión estima que más de 1,000 millones de humanoides podrían existir a mediados de siglo, con el 90% sirviendo a propósitos industriales y comerciales.
Esta proyección, delineada en un informe de mayo, sugiere que la robótica podría representar una oportunidad de inversión más convincente que las criptomonedas para la próxima generación de profesionales financieros. Los datos de la encuesta respaldan esta tesis, mostrando una clara preferencia por la automatización tangible sobre los activos digitales.
Entendiendo tecnologías financieras clave
Varias tecnologías financieras emergieron prominentemente en los resultados de la encuesta. Los fondos cotizados representan vehículos de inversión que cotizan en bolsas de valores como acciones individuales mientras rastrean activos subyacentes o índices. Los fondos ETF de Bitcoin contienen específicamente Bitcoin real en lugar de derivados, proporcionando exposición directa a las fluctuaciones de precios de las criptomonedas.
Los activos digitales abarcan criptomonedas como Bitcoin y Ether, además de tecnologías relacionadas basadas en blockchain. Bitcoin opera como una moneda digital descentralizada, mientras que Ether sirve como el token nativo para la plataforma blockchain de Ethereum. Ambos han ganado aceptación institucional a través de productos de inversión regulados.
La inteligencia artificial en finanzas típicamente involucra algoritmos de aprendizaje automático que analizan patrones de datos, ejecutan operaciones o evalúan riesgos. La robótica humanoide se refiere a máquinas diseñadas con apariencia y capacidades humanas, potencialmente adecuadas tanto para aplicaciones industriales como para roles de asistencia personal.
Implicaciones del mercado y perspectivas futuras
Los resultados de la encuesta sugieren que las criptomonedas enfrentan vientos en contra continuos en la consecución de una adopción masiva entre los profesionales de las finanzas. A pesar del crecimiento de la inversión institucional y el progreso regulatorio, el escepticismo persiste entre aquellos que ingresan en la industria. El sentimiento de "aún estamos temprano" popular en las comunidades cripto parece validado por estos datos demográficos.
En cambio, las tecnologías de inteligencia artificial y robótica muestran altas tasas de aceptación y proyecciones de crecimiento. Estos sectores pueden atraer mayores flujos de inversión a medida que los jóvenes profesionales asuman posiciones de liderazgo en instituciones financieras. Las diferencias de preferencia marcadas podrían influir en las decisiones de asignación de capital durante la próxima década.
Los hallazgos de Morgan Stanley indican que los patrones de adopción tecnológica entre los trabajadores financieros pueden no alinearse con las valoraciones del mercado o la atención mediática.
Mientras Bitcoin comanda titulares con precios de seis cifras, los futuros líderes de la industria demuestran mayor entusiasmo por las aplicaciones de IA y robótica.
Reflexiones finales
La encuesta de pasantes de Morgan Stanley revela un panorama complejo de adopción tecnológica entre futuros profesionales de las finanzas. Mientras que la propiedad de criptomonedas sigue siendo limitada al 18%, la inteligencia artificial ha alcanzado una aceptación casi universal con tasas de uso del 96%. La desconexión entre el hito de Bitcoin de $100,000 y el tibio entusiasmo de los pasantes sugiere que los activos digitales enfrentan desafíos de adopción continuos a pesar del progreso institucional.