Ethereum podría estar severamente infravalorado y encaminado hacia un re-precio dramático, según una creciente convocatoria de voces prominentes de la industria.
Ryan Sean Adams, cofundador de Bankless, ha reavivado el debate alcista con un audaz pronóstico: ETH alcanzando una capitalización de mercado de $2 trillones, o aproximadamente $17,000 por moneda, casi nueve veces su precio actual.
La premisa detrás de esta ambiciosa proyección no se basa en el bombo especulativo, sino en una potencial transformación narrativa: reposicionar a Ethereum no meramente como una plataforma para aplicaciones descentralizadas, sino como "oro digital con rendimiento".
La tesis de Adams se apoya en gran medida en los fundamentos en evolución de Ethereum. Después de The Merge, ETH se ha convertido en un activo generador de rendimiento y deflacionario, gracias a las recompensas de staking y el mecanismo de quema de tarifas introducido en EIP-1559. Esto lo posiciona como un híbrido entre la propuesta de valor de almacenaje de Bitcoin y el atractivo de rendimiento de los bonos del Tesoro de EE.UU.
En una reciente publicación en redes sociales, Adams llamó a la comunidad de Ethereum a abrazar lo que él denomina el “Evangelio del Dinero Azul”: la idea de que ETH debe tratarse no solo como combustible digital para contratos inteligentes, sino como la capa monetaria fundamental de la economía descentralizada.
“El dinero es creencia codificada como código,” escribió, instando a los usuarios a “retener, evangelizar y avergonzar a cualquiera que venda.” Su argumento se basa en una afirmación filosófica: sin ETH, no hay DeFi, y no hay defensa de los ideales cypherpunk.
Esta visión gana terreno cada vez más en los círculos de inversión profesional. ARK Invest comparó el staking de ETH con "bonos digitales", trazando paralelismos con valores gubernamentales a corto plazo, un respaldo poco común en un espacio donde Bitcoin ha dominado durante mucho tiempo las narrativas institucionales.
Aunque la pila tecnológica de Ethereum es robusta, alimentando un ecosistema multimillonario de protocolos DeFi, NFTs y rollups, el activo en sí ha luchado por ganar reconocimiento como instrumento monetario. Según Sam Kazemian, fundador de Frax Finance, el mayor problema de Ethereum no es técnico sino ideológico.
“Ethereum, la tecnología, es lo más alcista en cripto,” dijo durante un episodio reciente de Bankless. “Pero ETH, el activo, necesita arreglos.” Kazemian argumenta que ETH a menudo se trata como una acción de crecimiento con flujos de efectivo inciertos en lugar de como una mercancía escasa y generadora de rendimiento.
No todos están de acuerdo con el caso alcista. Los maximalistas de Bitcoin y algunos analistas continúan desafiando la narrativa de valor de almacenamiento de ETH. Boyd Cohen descartó la comparación de plano, afirmando: “Bitcoin es absolutamente escaso y Ethereum no lo es absolutamente”.
Otros, como John Haar de Swan Bitcoin, criticaron las credenciales monetarias de Ethereum, argumentando que su “rendimiento” depende demasiado de la actividad especulativa dentro del ecosistema. “¿Rendimiento de los usuarios haciendo qué? ETH no es dinero,” dijo Haar.
Además, la proporción ETH/BTC, una métrica clave utilizada para medir el rendimiento de Ethereum en relación con Bitcoin, ha disminuido en un 77% desde su máximo de diciembre de 2021 - una tendencia que algunos usan para reforzar la visión de que Ethereum está descendiendo como un activo monetario.
A pesar de las críticas, la actividad reciente del mercado muestra signos de renovado interés por parte de los inversores. Después de un difícil Q1 en el que Ethereum cayó a $1,400 en abril, el token se ha recuperado casi un 30%, ahora rondando justo por debajo de $1,800. Aun así, las métricas más amplias de rendimiento siguen siendo débiles: ETH ha bajado un 44% interanual y cotiza un 63% por debajo de su máximo histórico de $4,878.
El camino hacia los $17,000 puede ser largo e incierto, pero para defensores como Adams, la verdadera batalla no es solo en el mercado - es impulsada por la narrativa. Ethereum, argumentan, no solo necesita un mejor código. Necesita una mejor historia.