Un alto funcionario del Banco de Inglaterra pidió una mayor coordinación regulatoria entre EE.UU. y Reino Unido sobre stablecoins, anunciando que el banco central publicará propuestas suavizadas la próxima semana que solo se aplicarán a criptoactivos considerados capaces de uso generalizado para pagos.
Qué saber:
- El Banco de Inglaterra lanzará su consulta sobre stablecoins el 10 de noviembre, suavizando propuestas regulatorias previas tras la oposición del sector sobre límites de tenencia.
- La vicegobernadora Sarah Breeden está trabajando con funcionarios de la Reserva Federal para sincronizar los enfoques EE.UU.-Reino Unido sobre la regulación de activos digitales.
- El nuevo marco creará un sistema de dos niveles donde las stablecoins "sistémicas" enfrentarán una supervisión más estricta, mientras que otras caerán bajo reglas más ligeras de la Autoridad de Conducta Financiera.
Toma forma la coordinación transatlántica
Sarah Breeden, vicegobernadora del Banco de Inglaterra, dijo a los asistentes a la conferencia SALT de Londres el miércoles que la alineación regulatoria entre Washington y Londres es importante para el mercado emergente de stablecoins. Confirmó que la consulta del banco central llegaría el 10 de noviembre, marcando un cambio respecto a enfoques más restrictivos anteriores.
"He estado hablando con la Reserva Federal", dijo Breeden. "Los reguladores allá y nuestros ministerios de finanzas están trabajando juntos."
El impulso por la coordinación sigue a un anuncio de septiembre por parte de funcionarios de EE.UU. y Reino Unido, estableciendo un grupo de trabajo conjunto enfocado en activos digitales y mercados de capital.
Las stablecoins, que son criptoactivos vinculados a monedas tradicionales u otros activos de reserva, han captado creciente atención regulatoria a medida que su uso en pagos crece.
Marco regulatorio divide la supervisión
El marco planeado por el Banco de Inglaterra divide las stablecoins en dos categorías según su impacto potencial en el mercado. Las clasificadas como "sistémicas" — es decir, aquellas que podrían ser ampliamente adoptadas para pagos — enfrentarán una estricta supervisión del banco central.
La Autoridad de Conducta Financiera se encargaría de regular stablecoins más pequeñas bajo requisitos menos exigentes.
Este enfoque de dos niveles representa un retroceso de las propuestas anteriores del banco, que generaron duras críticas de la industria de criptomonedas. El banco central había sugerido imponer límites en la cantidad de criptoactivos que individuos y empresas podrían tener, una restricción que no ha aparecido en los marcos regulatorios que se están desarrollando en otros centros financieros importantes.
Grupos industriales argumentaron que tales límites de tenencia sofocarían la innovación y pondrían a las empresas británicas en desventaja competitiva.
La decisión de suavizar las propuestas sugiere que los reguladores escucharon esas preocupaciones, aunque la magnitud de los cambios no estará clara hasta que el documento de consulta se haga público.
Breeden enfatizó que los reguladores a ambos lados del Atlántico entienden la importancia de mantener sus enfoques aproximadamente alineados.
Dijo que era "realmente importante" que ambos países se mantuvieran sincronizados en normas de stablecoins.
Mirando hacia adelante
La consulta del 10 de noviembre proporcionará claridad sobre cómo Gran Bretaña planea regular una clase de activos que se sitúa en la intersección de las finanzas tradicionales y la innovación digital. Si bien queda por ver si el enfoque suavizado satisface las preocupaciones de la industria manteniendo salvaguardias adecuadas, el énfasis en la coordinación EE.UU.-Reino Unido sugiere que los reguladores reconocen que reglas fragmentadas podrían socavar la competitividad de ambos países en el espacio de activos digitales.

